Ruta por las islas atlánticas francesas

Islas atlánticas francesas, Kosmo 509 - Erwin Hymer Group IbericaIslas atlánticas francesas: Dicen que la luz que hay en ellas es tan especial que tiñe todo de un brillo único.

Los amantes de la Francia más auténtica, donde todo transcurre a otro ritmo, encontrarán aquí su pequeño.

Por eso las islas francesas de la costa atlántica son un destino perfecto para descubrir sin prisa, dejándose llevar por los placeres de un mundo apartado en el que podemos encontrarnos como en casa si viajamos en nuestra autocaravana. Son destinos diferentes para los que no tienen ningún problema de horarios.

Para esta ocasión, hemos escogido movernos por las diferentes islas atlánticas francesas con la Kosmo 509 de Laika, una larga perfilada de 7,410 m. con cama individual doble trasera y con un amplio garaje para no dejarte nada en casa.

Ré y Oléron

Dos de las islas atlánticas francesas imprescindibles de este lado del océano son Ré y Oléron, en el departamento de Charente Marítimo, junto al Mar de Pertuis. Codiciadas por los ingleses, volvieron a ser propiedad de Francia en el siglo XVII y para asegurarse de que nadie se haría con estos pequeños paraísos construyeron dos fortalezas: Brouage y Rochefort.

Islas atlánticas francesas, Isla de Ré - Erwin Hymer Group Iberica

Hoy, la isla de Ré se puede visitar simplemente cruzando un viaducto de unos 3 kilómetros. Tras ellos, el relax inunda el ambiente en un entorno de playas de arena fina y paisajes bucólicos que merecen más de una foto.

La capital de la isla es Saint-Martin-de-Ré, donde se encuentra la ciudadela, con sus murallas en forma de estrella que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Aquí todo es bonito… Parece que se pintan las casas pensando en las revistas de decoración. Pasear por el puerto, conocer a los famosos burros de pelo largo que seguramente os cruzaréis o visitar la torre de la iglesia son algunos de los imprescindibles.

Otras localidades que merecen la pena son Ars-en-Ré o La Flotte, muy cerca del fuerte de La Prée.

En cuanto a a otra de las islas británicas francesas, la vecina Oléron, también se puede acceder a ella por carretera, cruzando un puente tras el que comenzaréis a ver bosques de pinos y viñedos formando un paisaje extraordinario.

Una de las localidades más populares es Château d’Oléron, también conocida como la ciudad de las ostras, un paraíso para los amantes de estos deliciosos moluscos. Aquí todo tiene el valor de lo bueno.

Islas atlánticas francesas, Isla de Yeu- Erwin Hymer Group Iberica

Yeu

Más al noroeste encontraremos otra isla que merece una visita: Yeu, un lugar lleno de romanticismo con una escarpada costa salvaje en la que se pueden encontrar playas de postal.

Quizá por esa razón es uno de los lugares preferidos por los parisinos adinerados, muchos de ellos con casas en esta pequeña isla de 23 kilómetros cuadrados donde perderse rodeados de naturaleza.

Una de sus imágenes más emblemáticas es la del viejo castillo, construido en el siglo XIV, que pasó por varias manos, entre ellas las de un famoso corsario inglés: Robert Knolles. El pequeño puerto natural Port-de-la-Meule es otro lugar que no podéis perderos.

Belle-Ile en Mer

Si continuamos subiendo de nuevo hacia el noroeste podemos acercarnos a Belle-Ile en Mer, otra pequeña isla llena de encantos que fue una obsesión para Monet, quien pintó hasta 39 veces su paisaje. Precisamente este, con acantilados tallados por el viento, estupendas playas y un interior donde reina la campiña francesa, vale por si solo el viaje.

En el puerto de Le Palais, la capital de la isla, encontraréis la fortaleza que Luis XIV mandó rediseñar. Pero quizá la localidad con más encanto no solo de esta pequeña isla del tamaño de Formentera sino de todo el oeste de Francia sea Sauzon, un pequeño pueblo marinero donde sus habitantes dicen que la vida es más feliz que en ninguna otra parte del país.

Islas atlánticas francesas, Isla de Glenan - Erwin Hymer Group IbericaIslas Glénan

Por último, aún más al norte y al oeste, podemos visitar las islas Glénan, siete islotes que parecen sacados de un lugar del Caribe, con arena completamente blanca y aguas transparentes.

Sin embargo, en el archipiélago, que no cuenta con ningún hotel, no está permitido “pernoctar” con la autocaravana, por lo que una opción es hacer una visita de un día para conocer los secretos de este fantástico edén.

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