Hay carreteras que parecen llevarnos a otro mundo, uno casi irreal. Es lo que ocurre con la autopista del Ártico, conocida como E6 (Ruta por la Arctic Highway). Recorrerla es sorprenderse con la cantidad de colores que pueden tener las montañas que se levantan junto al mar de Noruega antes de alcanzar el mar de Barents.
Esta es la primera de dos publicaciones, porque la ruta por la Arctic Highway tiene muchos detalles que no queremos dejar de contar, es por eso que tendrás que esperar unos días para conocer la ruta completa.
Y comprender por qué estas tierras eran para muchos una especie de fin del mundo. Viajaremos en nuestra Carado VlowV 600 desde el Círculo Polar hasta Nordkjosbotn en una primera etapa, y en estos casi 700 kilómetros tendremos innumerables ocasiones de sentirnos fuera del mundo, disfrutando de unos paisajes sobrecogedores donde Noruega muestra que la naturaleza virgen es todo un espectáculo, que no se olvida.
Nuestra ruta (ver en Google Maps) nos llevará de Mo i Rana a Bodø, Fauske, Ulvsvåg, Narvik y Nordkjosbotn, un pequeño pueblo ya en el municipio de Balsfjord en Troms, cuya capital, Tromsø, es el lugar desde el que parten numerosas excursiones para contemplar las auroras boreales, avistar ballenas, pasear en trineos de perros o salir al mar caña en mano y lanzar el anzuelo en el reino de la pesca, además de un largo etcétera que parece no tener fin.
Disfrutar de este recorrido es acercarse a esos lugares que conviven junto al turbulento mar que ha fascinado a los viajeros desde tiempos remotos. El mismo mar que parece haber cedido una pequeña franja de tierra para que los más aventureros puedan ser testigo de su grandeza. Sobre ella podremos cruzarnos con pastores de renos y ver cómo faenan los grandes pescadores de bacalao. Y en las zonas más solitarias, serán los únicos seres vivos que veremos durante gran parte del día.
Casi si busca un inicio por la sonoridad del nombre, partiremos de Mo i Rana, la puerta de entrada al Ártico Noruego. Un punto perfecto para adentrarnos en la cultura del mundo vikingo. Estamos en el lado sur de las montañas Saltfjellet, cerca del Parque Nacional Saltfjellet-Svartisen.
Desde allí nos dirigiremos al norte del Círculo, concretamente a Bodø, para lo que tendremos que llegar hasta Fauske. Desde este punto abandonaremos momentáneamente la E6 recorriendo parte de la Ruta 80. Es la mejor opción para poder visitar las islas Lofoten, todo un paraíso para los amantes de la naturaleza más salvaje. En verano el escenario es único. Montañas que salen del mar. Carreteras que juegan con los acantilados y una sensación de vértigo única. Nos os perdáis un extra que ya publicamos sobre estas increíbles islas.
Si tenemos tiempo, una buena idea es coger desde allí un ferry que atraviesa el Vestfjorden y ser testigos de lo que la naturaleza es capaz de diseñar en este espacio donde se encuentran más dos millares de islas que parecen sacadas de una novela de fantasía. Ya de vuelta en Bodø no podemos perdernos la Maellstrom, una corriente marina de la que se dice que es la más poderosa del mundo.
Retomaremos la E6 al llegar de nuevo a Fauske para seguir camino a Ulvsvåg, desde donde avanzaremos la ciudad rodeada de montañas llamada Narvik, cuya calle principal, Kongensgate, es la que atraviesa la Autopista del Ártico. Estamos ya a un paso de Nordkjosbotn, un pueblo de unos 400 habitantes que se levanta al final de un fiordo. El lugar perfecto para descansar de esta primera etapa donde ya nos habremos empapado de la cultura noruega con más personalidad.
