Cuando los vientos marcan el horizonte
La Costa oeste de Galicia es probablemente el territorio más agreste de la Península Ibérica. Da igual las veces que se vuelva a la Costa da Morte, y a las Rias Baixas. Siempre nos parecerá el paraíso para viajar por Galicia con nuestra autocaravana o camper sin prisa. Carreteras entre bosques que descubren acantilados imposibles, playas kilométricas de arena blanca, faros que asoman entre la niebla. El nombre de Finisterre es un buen reclamo.
Muros
Si nos ponemos en ruta por la costa nuestra primera parada puede ser Muros, con un casco urbano que merece una parada. Los soportales marineros de sus casas y la Plaza de Santa Rosa con su famoso crucero son algunas de las razones por las que merece la pena hacer una excursión por el casco histórico de Muros. Aquí se mezclan las casas de los pescadores con joyas de la arquitectura gótica y excelentes opciones de tapeo. Esa sensación de pueblo que mira a la ría como fuente de riqueza y drama. A unos 3 kilómetros de Muros se puede pernoctar en el camping A Vouga, con salida propia a la playa.
Carnota
Subiendo hacia Finisterre encontramos la infinita playa de Carnota. Es una de las más bonitas y grandes de Europa, con kilómetros de playa salvaje. En uno de sus extremos está la Praia de Caldebarcos, espectacular. En esta playa además encontraréis plazas de parking a pie de playa donde poder aparcar y disfrutar de unas vistas privilegiadas. Todo un lujo y muy en el estilo van life. No podemos irnos de Carnota sin visitar su famoso hórreo. 34 metros de largo forman los 11 pares de pie más famosos de toda Galicia.
Ézaro
Antes de llegar al fin del mundo, una parada imprescindible es Ézaro, un pequeño pueblo de la Costa da Morte que tiene una singularidad única. Una cascada que cae directamente al mar. Un espectáculo tan peculiar como hermoso y que justifica la visita.
Fisterra
Y llegamos a Fisterra. Aquí donde los romanos cuando llegaron se quedaron tan embelesados con la puesta del rey sol que realmente creyeron que este era el fin del mundo. Más allá era imposible que nada existiera. Aguas cristalinas, profundos acantilados y las olas batiendo continuamente. Para los amantes del surf, es una de las mecas donde disfrutarlo de verdad. Merece la pena pasear por su casco viejo, ver su paseo marítimo y visitar el Castillo de San Carlos. En esa zona suele haber decenas de autocaravanas instaladas. Sin mayor problema!
Muxía
Después de salir de Fisterra, nos espera uno de los entornos más mágicos de la ruta por Galicia en autocaravana. El Faro de Touriñan, en Muxía. El Faro de Touriñan es uno de los faros que forman parte de la ruta de 200 km de faros que une Fisterra con Malpica.
Este es el punto más occidental de Galicia y donde podemos ver los últimos rayos de sol que se ven en Europa cada noche. No es difícil imaginar la cantidad de naufragios que ha habido en esta costa contemplando el batir de las olas en estas rocas.
Laxe
Y antes de llegar a A Coruña podemos parar en Laxe, en la comarca de Bergantiños. Laxe es el típico pueblecito galego, muy enxebre. Una bahía repleta de coloristas casas de pescadores y la curiosa Praia do cristales.
De camino al Faro de Laxe hay un pequeño merendero con unas vistas sobre los acantilados preciosos. Y una vez en el faro, el atardecer y la escultura A Espera, ofrecen un momento de lo más evocador.
Y terminamos la ruta en A Coruña. Aquí la playa de Riazor es una de las playas urbanas más bonitas que hay en Galicia y las vistas desde la Torre de Hércules, son una despedida por todo lo alto de esta ruta por Galicia en autocaravana. Tanto la zona de O Portiño como la zona de la Marina son buenas opciones para encontrar áreas o zonas de pernoctación autorizadas para estacionar nuestra autocaravana.
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