Puerto del escudo
Carretera de montaña en autocaravana: Las carreteras de montaña son un aliciente para cualquier aficionado al caravaning que disfrute de dos cosas: conducir y ver paisajes únicos.
Para lo primero, cualquier época es perfecta. Sin embargo, no todas las vistas son iguales en las cuatro estaciones.
Las de las carreteras de montaña son especialmente atractivas en esta época, avanzado el otoño, el momento ideal para ver cómo los montes cambian de color y el blanco de la nieve corona sus cimas.
En nuestro mapa hay decenas de opciones entre las que elegir si queremos disfrutar de un buen viaje por una carretera de montaña.
Una de las legendarias es la carretera del Puerto del Escudo, todo un regalo para la vista. Quienes busquen paisajes con contrastes, combinados además con pueblos con mucho encanto, están de enhorabuena porque esta carretera, que comunica el norte de la provincia de Burgos con Cantabria atravesando la cordillera, no tiene desperdicio.
Y cuenta con el aliciente de que, aunque hace años tenía bastante tráfico porque era el principal acceso desde la meseta a Cantabria y viceversa, tras la construcción de la autovía de la Meseta se ha reducido bastante la intensidad de la circulación, por lo que resulta todavía más agradable la conducción.
Vivar del Cid
El inicio de nuestra ruta parte de Vivar del Cid, en el valle del río Ubierna, una preciosa aldea en donde, según cuentan, nació Rodrígo Díaz y de la que partió tras la orden de destierro.
Toda esta localidad es un pequeño homenaje a la figura de este personaje. Entre otras cosas porque de aquí sale el Camino del Cid, como indica el mojón de la Legua Cero que se encuentra junto a un viejo molino harinero.
Un paseo por la plaza, junto a la que se encuentra la iglesia de San Miguel Arcángel, y una visita al Convento del Espino, donde está el cofre en el que, según la tradición, se guardó el único manuscrito existente del Cantar, hoy en la Biblioteca Nacional, son algunos imprescindibles.
Al igual que siempre es buena idea hacer una nueva parada un poco más adelante, a tan solo dos kilómetros, donde se levanta un castillo del siglo XV construido sobre la que algunos expertos dicen que fue la casa solariega del Cid.
Sotopalacios
Estamos en Sotopalacios, famosa, además de por su castillo, por sus estupendas morcillas, por lo que si hay hambre ya tenemos excusa para comprar unas buenas morcillas que cocinar en nuestra autocaravana o degustar allí mismo en cualquier bar.
San Felices del Rudrón
Si seguimos subiendo por la N-623 llegaremos en unos 40 kilómetros a San Felices del Rudrón, otro lugar que merece una parada.
Se encuentra ya en el valle del Rudrón y son las aguas de este río las que bañan una localidad rodeada de vegetación, por lo que es un buen destino para los amantes de la naturaleza.
Sus construcciones en piedra rodeadas del verde del entorno forman un paisaje por el que apetece pasear. Incluso podemos acercarnos al coto de pesca que transcurre en gran parte paralelo a la N-623.
Pesquera de Ebro
Desde allí nuestra ruta se desvía unos kilómetros para acceder a Pesquera de Ebro, donde hay que hacer una parada para ver el espectacular cañón del Ebro, pero también para pasear por las calles de esta localidad.
Cuentan que en los siglos XVI, XVII y XVIII varias familias de la nobleza se asentaron en aquí para construir sus casas solariegas blasonadas que han dejado como herencia un conjunto de palacios y edificios blasonados que convierten a Pesquera en uno de los pueblos con más escudos nobiliarios de la provincia de Burgos.
Orbaneja del Castillo
Ya estamos muy cerca de otro pequeño tesoro que no podemos perdernos, el pueblo de Orbaneja del Castillo, donde encontraremos la famosa Cueva del Agua de la que parte un arroyo que cae en cascada.
Fue el lugar elegido por los templarios para levantar el Convento y Hospital de San Albín, que ofrecía albergue y protección a los peregrinos del Camino de Santiago que escogían una ruta alternativa al camino francés.
Caminar por las calles de esta localidad es otro regalo que no defrauda a pesar de que el paseo se nos quede corto.
Ya solo queda cruzar el límite entre las provincias de Burgos y Cantabria para alcanzar la costa pasando por los espectaculares valles de Luena y Toranzo, dos estupendas opciones para los aficionados a los espacios auténticos.
