Vía Francigena en autocaravana

Italia: la historia tiene un precio

Entre las rutas históricas que han recorrido millones de viajeros durante siglos se encuentra la vía Francigena en autocaravana https://www.viefrancigene.org/es/.

Vía Francigena en autocaravana

Unía la ciudad de Canterbury con Roma a través de más de dos millares de kilómetros entre paisajes espectaculares hasta llegar a la plaza de San Pedro en la Ciudad del Vaticano.

Descubrir Italia en Autocaravana

Redescubrirla hoy al volante de una autocaravana Laika es un buen plan para los amantes de los viajes con encanto.

Hoy exploramos la parte italiana, entre el Valle de Aosta y Roma, recorriendo casi 900 kilómetros llenos de sorpresas.

Aosta

La entrada no podría ser mejor. El viaje comienza en Aosta, la capital de este valle que limita con Suiza.

Por eso sus paisajes alpinos nos recordarán a los de las montañas tan famosas por los calendarios que teníamos en las cocinas de nuestras abuelas.

De hecho, aquí se encuentran las montañas más altas de Europa: el Gran Paraíso, el Monte Blanco, el Cervino y el Monte Rosa, todas por encima de los 4.000 metros de altura. Además con carreteras por donde nuestra autocaravana puede circular con tranquilidad.

Vercelli (Piamonte)

La primera parada obligada es Vercelli. A través de la E-25 llegaremos desde Aosta hasta Vercelli, ya en el Piamonte, donde disfrutaremos de un paisaje extraordinario.

Los campos de arroz son los protagonistas de esta parte del viaje, formando unas panorámicas perfectas para los amantes de la fotografía.

Si nos adentramos en la ciudad, no podemos perdernos la basílica de San Andrea, en la que se mezclan los estilos lombardo, gótico y románico.

También es buena idea darse una vuelta por la antigua plaza del mercado y visitar los museos Borgogna y Camilo Leone.

Pavía

Los aficionados a la historia tienen otra parada obligada en Pavía. Siguiendo ahora la SP-596 alcanzaremos más al sureste la ciudad lombarda de Pavía, una de las etapas más conocidas de la vía Francigena.

Castello Visconteo

Sus calles empedradas, sus iglesias, la pinacoteca Malaspina, el Teatro Fraschini o el Castillo Visconteo son solo algunos de los imprescindibles.

Una joya que reúne escenarios históricos en muy poco espacio, que supera con creces el nombre de la famosa batalla.

Plasencia

Continuamos la vía Francigena en autocaravana; en la orilla sur del Po se levanta rodeada de las colinas piacentinas la ciudad de Plasencia, a la que llegaremos desde Pavía siguiendo la E-70.

Es un buen lugar para explorar la Italia más auténtica. Si hay tiempo, además de acercarse a sus muchas basílicas, es buena idea visitar algunas de las aldeas medievales no muy lejos de la ciudad, como Castell’Arquato.

También es el momento de disfrutar de sus rissottos, sus embutidos y por supuesto de la pasta más reconocida del mundo.

Fidenza

Ya en la provincia de Parma seguiremos camino hacia Fidenza, famosa por su catedral y también por la estatua del apóstol Pedro que se levanta frente a ella.

Pasear sin prisa por sus calles y descubrir el Teatro Magnani, el Ayuntamiento y algunos de sus museos es un estupendo plan antes de salir hacia el siguiente punto de la ruta.

Pontremoli

Adentrándonos en la Toscana, continuamos camino hacia la ciudad de Pontremoli.

Su gran puente sobre el Magra aparece en la mayoría de postales de la ciudad porque es uno de los rincones más emblemáticos, por eso es un imprescindible que no podemos perdernos.

Tampoco podemos marcharnos sin visitar su catedral y varios edificios de antiguas familias nobles, como el Castello del Piagnaro, uno de los mayores castillos de Lunigiana.

Y si queremos refrescarnos, hay también algunos manantiales de agua mineral en las montañas de los alrededores.

Lucca

A orillas del río Serchio se encuentra Lucca, una tranquila ciudad repleta de plazas con encanto, palacios y museos que enamora a todo el que la visita por primera vez.

Es la ciudad natal del compositor Puccini, y los seguidores de este genial artista disfrutarán a lo grande en el museo sobre su vida y obra que se encuentra en la casa donde nació.

Una ciudad perfecta para quedarnos unos días y disfrutar del eso “no hacer nada”… Sin traducción.

San Gimigiano

Siena

Siguiendo la vía Francigena en autocaravana desde Lucca la A-11 y luego la E-35, llegaremos un poco más tarde a Siena, para muchos la verdadera joya de la Toscana.

Las calles de esta espectacular ciudad, salpicadas de palacios e iglesias, son el entorno ideal para disfrutar de una de las regiones más visitadas de Italia.

Es también la ciudad del Palio, la carrera de caballos de origen medieval que no podemos perdernos si estamos allí el 2 de julio o el 16 de agosto.

Viterbo

Nuestra última parada antes de alcanzar Roma es Viterbo, ya en la región del Lacio, uno de esos lugares que parecen haberse quedado suspendidos en el tiempo.

Tan solo hay que darse una vuelta por el barrio medieval y acercarse al antiguo palacio de los Papas, que se remonta al siglo XIII, para comprobarlo.

Roma

Un imprescindible perfecto para ir cerrando un viaje mágico por la vía Francigena en autocaravana. Roma abre sus puertas… por eso es eterna.

Comparte este artículo:

OTRAS NOTICIAS INTERESANTES

ERWIN HYMER GROUP

Una autocaravana es mucho más que un vehículo.
Redescubre el placer de perderte con la tuya con #ErwinHymerGroup